sabato, gennaio 12, 2008

Los Jardines del viejo Sir


Llego la temporada estival al reino, y como las crueles aves todos hasta los mas inciertos personajes se han partido del castillo en forma fugaz. Y El Sir se queda cuidando cada esquina, cada mísero rincón del castillo.
Desde tanto en tanto tengo noticias de My Lady que ella jamás olvida mandar sus recados con el paje real.
Y yo desde la mirador contemplo todo el castillo, lleno de luz, lleno de nada. ES el mimo ruido del silencio que me recuerda a ella… ella que ya no va a regresar… Y nadie comparte mis tristeza salvo estas mismas maderas del ventanal que me sentarme desenfundar mi espada, dejarla en un rincón y contemplar el paisaje, y dejando pasar el tiempo veo los colores cambiar, las luces tenues evaporarse. Todo va menguándose, todas esas banales cosas menos esta desolación de estar siempre en este castillo sin que allá nadie que me haga compañía, eso me obliga a hacer mis propios designios que a veces me aburren bastantes y otras no.
Es esta soledad que me lleva loco por todos los rincones del castillo y andando por los infinitos lugares del castillo encuentro en escondites, senderos nuevos, desafíos nuevos que como siempre deberé emprender solo. Y que se hace con el cansancio de la soledad??? Como se despide de ella??? Como se hace cuando miles de hectáreas de paisajes llenos de luz no llenan el vació del alma???