sabato, marzo 25, 2006

El Sir cansado de su Soledad


Y otra vez aca vigilando la torre, My Lady se divierte en fiestas yo aca solo, me lamento. Aparece una imagen, esa que les dejo aca, tan culpable como yo hoy de que este solo. La miro y pienso, cuantas veces nos juramos verla en vivo juntos. Cuantas veces "fuimos" a buscar nuestra Venecia, que hasta formo parte de mi separador de libros. Ahora claro esta echa añicos, mas que inundada, destrozada y olvidada, a la que solo se le remiten mensajes sin sentido.
Sé que los últimos acontecimientos de mi vida no fueron buenos, claro es deber de un Sir esperar a que algo bueno ocuurra.... claro que me canso de esperar. Como tambien uno se cansa de estar solo, de no tener con quien pasar las noches de frío, de trsiteza, sin tener a nadie que le rasque la cabeza mientrs duerme, nadie a quien tapar cuando de repente a la noche uno se levanta y ve que el cuerpo dormido al lado de uno, siente frio.
Y tantas cosas mas que agregar que hasta este punto para alguna gente le es insignificante, por que ellos siguen en sus fiestas, en sus vidas, no estan como yo comtemplando el puente, y ella claro... ella... contemplando a otro.
Pero mañana es mi dia libre, y pienso ir a dar una vuelta por Toscana a sentarme en una plaza a tomar un cafe, o no se salir por ahi, solo como debe ser, asi puedo pensar, y ver las cosas. Tan solo que uno se puede escuchar como piensa.

martedì, marzo 21, 2006


Esta es una de mis poesias que encontre de mi Lady.... y quise compartirla con Uds....
Creo que esto es una de las cosas que mas me enamoran de ella.

Todo nosotros.
Alrededor.
Y la gente que mira con ojos
inquisidores
Juzga al mar ensangrentado de pudor,
Por no ver la verdad de
la milanesa.
Y Doña Rosa lo comenta baldeando la vereda,
como la mejor
escena de la novela,
no se da cuenta de la epidemia que acarrea.
Pero los
ojos que miran demasiado
no leen las letras grandes.
Si la churrasquera
justiciera
Aniquilara a los hipertensos de celos
¡La opinión que se
tendrá de nosotros
cuando solo quede de nosotros
lo que perdura de la
vieja China o del viejo Egipto!
Será solo un recuerdo. De nosotros.
Que
todavía existimos aniquilados en pedazos
por distintas partes y en
sentimientos,
con vinagre y aceite en ensalada mixta,
diseccionados,
latidos, latentes.
Pero ausentes. Nosotros.
¿Qué será de
nosotros...
cuando solo quede de nosotros?

sabato, marzo 11, 2006

El Sir y su intruso especial


Teodoro es el gato de un plebeyo, el cual de vez en cuando entra al castillo, en busca de nutrimento.
Los Gatos de mi majestad, comen todas las tardes en sus platos de oro, a ellos se le es designado una dieta especial, ya que ademas de su tentempié crepuscular, tienen un almuerzo especial.
De alguna forma ignota, Teodoro birla todos los pajes que custodian cuando los Gatos de Mi Lady comen. Yo como a veces transito los jardines, a la hora exacta lo veo, en ocasiones permito que coma las sobras, sé que esta birlando comida, y que como Sir debería detenerlo.
¿Aunque saben que? Lo comprendo.
Omití decir que Teodoro a pesar de pertenecer a un vasallo, es un felino de raza real, de ojos celestes, muy hermosos.
Es de sostener que sea un gato de falta de cuidado, ya que su propietario, a duras penas puede nutrirse. En contraste con los gatos de la soberana que tienen toda la atención y cariño. Esto es lo que me identifica con él.
En una oportunidad, me acerque mientras comía los restos. Teodoro se acerco, sin miedo buscando mi protección y cariño. Mi vos de adentro se expresó “Felino, ambos somos descuidados, y es por eso que pasamos desapercibidos, y sabemos sobrevivir”.
No considero que la pena sea una flaqueza en un Sir, al dejarlo merendar, sin embargo acato las ordenes de mi gobernanta.
Per se almas gemelas se reconocen entre sí.

martedì, marzo 07, 2006


No soy bueno para las presentaciones, pero desde Toscana en algun Lugar polulando por ahi, Me encuentro

Soy Sir Francis Soane

el soldado de la victoria y la lealtad, en mis servicios a la reina además de complacerla se encuentran velar poor sus mas secretos, que me son conferidos, para celarlos ciegamente. Y en mi ceguez y poder de saberlos me limito a contarselos a extraños que no saben que soy yo, y en una lengua extajenra para mi Lord, seran revelados sus secretos que yo ya no más puedo aguantar, sin traicionar mi lealtad. Así que uds seran testigos de todo esto desde esa humilde posicion.
Dios Salve a la Reina.