domenica, giugno 15, 2008

Un habitante del castillo especial


Hoy mientras recorría el castillo por la mañana para asegurarme de que este todo en su respectivo sitio me encontré con una puerta abierta en uno de los pasadizos que daba a una pequeña recamara. Mi sorpresa fue cuando de golpe me encuentro con un cuarto sin vida y muy solitario. Añoraba saber de quien podría ser ese cuarto al cual jamás había entrado, pero esa idea abandono mi entendimiento por las tareas del día.

Repentinamente me hallaba yo en el comedor real mientras My Lady estaba teniendo su almuerzo y como no podía ser mas, bajo ningún punto de vista podía concebir que mi reina este comiendo sola en medio de tan inmenso salón. En aquel tiempo amablemente me decidí a acompañarla y de pronto mi mirada se perdió en uno de los asesores de My Lady que en ese preciso momento se encontraba detrás de ella, y mi mirada se perdió lentamente en este personaje…. Solo estaba ahí parado… acomodando las bandejas de plata que le eran devueltas para ser llevadas al lavadero las cuales contenían platos, utensilios, las copas… Y era el régimen casi perfecto, casi invariable, una y otra vez se repetía como el ruido del reloj…

Agarrar la fuente, tomar la copa, tirar el líquido, tomar la paño, colocarlo en el cúmulo, donde después será llevado para asear, y luego encimar el palto con el resto de las otros… agarrar la fuente…

Sorprendentemente nadie lo notaba entonces su sola tarea mecánica se exacerbaba cada vez mas, porque renunciaba de ser un objeto animado y pasaba a ser un artefacto, que solo funcionaba…

Fue de esta forma que me di cuenta de que aquel solitario cuarto correspondía a este servidor de My Lady. Esa misma oquedad de su vida era la que se representaba en su aposento…

Debo reconocer que en parte me hizo recordarme a mi mismo, pero creo q hay una sutil diferencia, creo que el ya se dio por vencido… en cambio yo sigo luchando.